Una premisa básica del Marco de Respuesta Nacional es que los incidentes generalmente se manejan al nivel jurisdiccional más bajo posible. Los incidentes comienzan y terminan localmente, y la mayoría también se manejan a ese nivel.

Muchos incidentes requieren una respuesta unificada de agencias locales, el sector privado y organizaciones no gubernamentales. Otros incidentes pueden requerir apoyo adicional de jurisdicciones vecinas o del estado.

Un número pequeño requiere de apoyo federal. Los protocolos de respuesta nacionales reconocen esto y están estructurados para proporcionar niveles de apoyo adicionales y escalonados.

Cuando todos los niveles del gobierno se involucran, una respuesta es apoyada federalmente, administrada por el estado y ejecutada localmente, con las tribus, territorios y gobiernos de áreas insulares a menudo también administrando la respuesta.

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